En muchas relaciones, los momentos de crisis pueden abrir la puerta a la infidelidad, transformando las dudas y sospechas en preocupaciones constantes. Tom Martin, investigador privado y autor de Seeing Life Through Private Eyes, comparte su visión experta sobre cómo detectar posibles trampas.
Martin afirma que el primer indicio de que algo no va bien en la relación es la intuición. Si uno siente que la pareja no está siendo transparente o que algo parece fuera de lo común, es probable que las sospechas estén bien fundadas.
Las emociones detrás de la sospecha
Según el portal especializado en psicología TerapySide, las emociones involucradas en la sospecha de infidelidad son complejas y variadas, entre ellas la inseguridad, el miedo a perder a la pareja, la ansiedad y un estado de estrés constante. Estas emociones pueden generar fluctuaciones entre la confianza y la desconfianza en relación con el ser amado.
Tom Martin señala que la presencia de uno o dos de estos comportamientos no necesariamente indica infidelidad, pero identificar más de cuatro puede ser motivo de preocupación:
Ante la confirmación de una infidelidad, es fundamental priorizar el bienestar emocional. Buscar apoyo de amigos, familiares o profesionales de la salud mental es esencial para recibir orientación y apoyo en el proceso de curación y en la toma de decisiones futuras. Tomarse el tiempo necesario para procesar los acontecimientos permitirá avanzar poco a poco hacia la recuperación emocional.
Aunque cada caso es único, algunas pautas pueden ayudar:
O Globo/GDA
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