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Política

Un Gobierno desangelado y a la defensiva


Javier Milei enfrenta una serie de reveses que lo muestran desorientado y desesperado por un salvataje del Fondo Monetario Internacional. Columna de “El Círculo Rojo”, programa de La Izquierda Diario que se emite todos los sábados de 12 a 14 por Radio Con Vos 89,9.

Sábado 8 de marzo 16:53

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Síntesis de la columna de Fernando Rosso en el Círculo Rojo.

  •  Evidentemente, quedó atrás el tiempo en el que el Gobierno parecía manejar la agenda todo el tiempo. Estaba en el centro, se mostraba como imbatible y nada parecía hacerle mella.
  •  Quienes siguen este espacio recordarán que señalamos las lagunas o los reveses que mostraban que esto no era tan así: que cada vez había una tendencia mayor a la polarización (los opositores de a pie se hacían más opositores y los oficialistas juntaban dudas). Además, hubo expresiones masivas de rechazo callejero, como en su momento las marchas universitarias o las movilizaciones del movimiento de la diversidad, pero que terminaron transformadas en expresiones políticas de rechazo al Gobierno.
  •  Pero bueno, se decía, son solo algunos sectores, no afectan cualitativamente al Gobierno, etc.
  •  Después del escándalo de la criptomoneda (que acá ya hemos analizado) esto cambió.
  •  En primer lugar, porque es escándalo sigue: pese a que el Congreso (y especialmente el Senado) se negó a conformar ni siquiera una comisión investigadora, hay un capítulo en el Poder Judicial local (hubo allanamientos en la Argentina) y también hay una investigación en curso en EEUU.
  •  Pero, además de lo formal o lo legal, hay una sombra sobre la imagen política del presidente a nivel internacional que a Milei lo afecta mucho.
  •  Pero también la crisis por $Libra actuó como un catalizador y provocó una serie de errores, como un intento de “cambiar la agenda” o retomar la agenda:
  •  El nombramiento de los jueces por decreto: Lijo y García Mansilla están, de mínima, empantanados. A Lijo la Corte no le dio la licencia y como no quiere renunciar, no puede asumir. A García Mansilla le tomaron juramento, pero no tiene pliegos para ser tratados en el Senado. Bueno, un todo trabado.
  •  Después vimos las metidas de pata de Santiago Caputo, primero editando en vivo la entrevista con Jonatan Viale, luego cuando fue preparar al diputado Facundo Manes en la Asamblea Legislativa.
  •  Una disputa con Clarín que puso al multimedio, no se si en guerra, pero sí en posición de pelea como se ve en el tratamiento del caso $Libra. También algunas denuncias contra Paolo Rocca y todos los “militantes de la deva”.
  •  De esto se desprende otra cuestión: el mismo Gobierno agitando el ruido por la presión devaluatoria. ¿Qué es lo último que tiene que hacer un Gobierno si no quiere que aumenten las presiones devaluatorias? No agitar el peligro devaluatorio.
  •  El ruido de fondo de este escenario complicado son los límites del esquema económico: el dólar planchado o barato (que es una especie de “Plan platita dulce” para la clase media) y a la vez (junto con el ajuste) un ancla para la inflación, está provocando una salida de dólares (por importaciones, por turismo, por compras de argentinos en el exterior), justamente los dólares que la Argentina no puede.
  •  Esto es lo que provocó el apuro para el acuerdo con el Fondo: El Gobierno hizo cuentas: no estaban los votos para sacar por ley el acuerdo con el FMI en el Senado, pero sí están los votos en la Cámara de Diputados para evitar un rechazo a un DNU que habilite ese mismo acuerdo. En ese caso se ve con mucha claridad el efecto de la ley de Cristina Kirchner: en la Argentina es mucho más difícil sacar una ley que defender un DNU que se arroga una facultad legislativa que la Constitución deposita en el Congreso. Por eso Milei anunció hoy a la mañana que envía un DNU de un acuerdo del que no se sabe nada.
  •  Ahora, cuando se tienen que utilizar estos recursos: decretos arbitrarios, regimentar la Asamblea Legislativa (obstaculizando el trabajo de los periodistas, cosa que se quiere extender a las conferencias de prensa), represión como sucede con los jubilados, no expresa fortaleza, sino debilidad.
  •  Y, por último, esa debilidad se percibe y hay una activación del malestar. Se va a ver hoy en la marcha del 8M y hay que seguir atentamente lo que pase el miércoles porque se armó una ola de diferentes hinchadas de fútbol para apoyar a los jubilados y jubiladas. Pese a la pasividad cómplice de las dirigencias sindicales, la Argentina contenciosa pugna por expresarse y quizá éste sea un gran momento para que resurja.

    • Fernando Rosso

    Periodista. Editor y columnista político en La Izquierda Diario. Colabora en revistas y publicaciones nacionales con artículos sobre la realidad política y social. Conduce el programa radial “El Círculo Rojo” que se emite todos los jueves de 22 a 24 hs. por Radio Con Vos 89.9.

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