LA PLATA.- Axel Kicillof revindicó su proyecto presidencial, en medio de la disputa interna con Cristina Kirchner por el liderazgo de Unión por la Patria (UP) y, por primera vez, revindicó su idea de desdoblar los comicios en la provincia de Buenos Aires.
“El proyecto en la etapa que viene necesita autoridad”, enfatizó Kicillof al encabezar un acto en el Teatro Argentino de La Plata. “La unidad no es sólo para ganar elecciones. Gobernar requiere apoyo. Necesitamos respaldo”, dijo. Y enfatizó: “Los intendentes piden que las elecciones sean dos días distintos”.
“Necesitamos que no entre la motosierra en la Legislatura, en los concejos deliberantes”, argumentó al anunciar que pretende llamar a elecciones provinciales en un día distinto al 26 de octubre. “Por supuestoe s un desafío hacer una elección desdoblada. Eso es lo que nosotros vemos. Yo sostengo mi posición”, insistió.
El gobernador se refirió a su enfrentamiento con Cristina Kirchner, la presidenta del Partido Justicialista, y con la agrupación que le responde, La Cámpora: “No vengo a tirar toscas a nadie. Tampoco a acusar”, expresó. Pero admitió que “hay debate y crisis sobre la autoridad” del movimiento opositor.
Revindicó la discusión interna de cara a la competencia electoral 2027: “Tiene que haber un estado de discusión, disidencias, incluso de enojos, hasta lograr un camino que genere representación, confianza, acompañamiento para recuperar el gobierno”, dijo.
Llamó a “construir la unidad antes de estar ahí”, es decir, en la Presidencia de la Nación.
Pidió hacerlo “sin agresiones, sin tildarnos de traidores”. Pero remarcó que para no repetir el fracaso del gobierno de Alberto Fernández hay que gobernar con autoridad. Acto seguido, tras una seguidilla de críticas, hizo un guiño y dijo que la persecución judicial contra Cristina es “canalla”.
El gobernador habló así un acto organizado por el ministerio de Desarrollo de la Comunidad, que dirige Andrés Larroque, desde el escenario del Teatro Argentino repleto de militantes del Movimiento Evita, Barrios de Pie y Patria Grande, entre otras facciones que integran el Movimiento Derecho al Futuro.
El gobernador estuvo acompañado por los intendentes de La Plata Julio Alak, de Berisso Fabián Cagliardi, de Florencio Varela, Andrés Watson más la vicegobernadora Verónica Magario, en el coliseo con capacidad para 1700 personas. Hubo también un puñado de intendentes del interior de la provincia entre el público presente, pero no se movilizó la mayoría de los 44 alcaldes que el kicillofismo contabiliza como propios.
En el acto se escucharon abucheos al presidente Javier Milei y hurras al mandatario bonaerense que enfrenta una dura pelea interna con los socios mayoritarios de Unión por la Patria.
¡No me importan lo que digan, hay que bancar a Kicillof! ¡No vamos a dar ni un paso atrás! ¡Patria sí, colonia no! Fueron algunas de las consignas que cantaron los concurrentes.
Lo precedió en la palabra al gobernador Daniel Menéndez, subsecretario del ministerio de Desarrollo de la Comunidad, que convocó a dejar atrás el gobierno de Milei bajo el liderazgo de Kicillof. Este asintió dejando en claro que su proyecto presidencial está intacto. “Está un poco sobre cargado el ambiente. Hay expectativas”, admitió el mandatario provincial una vez que se dirigió al público.
“Tenemos el día muy presionado”, dijo sin referirse expresamente al debate una vez más postergado en la Legislatura, situada a dos cuadras del Teatro Argentino. “Pasan muchas cosas a la vez. Hay mucha expectativa”, admitió Kicilof, que enfrenta una rebelión interna de un sector aliado a Cristina Kirchner que puja por fijar la fecha de los comicios legislativos de la provincia de Buenos Aires. Kicillof reclama para sí la facultad constitucional de fijar esa fecha para desdoblar y anticipar los comicios bonaerenses de los nacionales. En tanto Kirchner impulsa una votación concurrente con la nacional el 26 de octubre.
En su larga disertación hizo múltiples críticas al presidente Javier Milei, en especial por el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Luego recordó “la unidad” que llevó al gobierno a Alberto Fernández. Y admitió: “salió mal”. Calificó los últimos cuatro años del peronismo como: “experiencia fallida”. Y desde allí justificó como “imprescindible tener esa discusión para no repetirlo hacia adelante. No es contra nadie”, dijo en referencia elíptica a Cristina Kirchner.
Durante su exposición criticó al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, por los aranceles que anunció. “Estados Unidos está en bancarrota”, aseguró. “Por eso toma medidas tan violentas”, dijo en referencia a la novedad económica que sacudió al tablero mundial en las últimas horas.
“Gobernar la provincia es el desafío más difícil que me tocó, más que ser ministro de Economía de la Nación. Esta difícil gobernar”, dijo, antes de cerrar su alocución en un auditorio decorado con banderas Argentinas, en cada una de las butacas.
Conforme a los criterios de