La reducción de frecuencias y el deterioro operativo del Tren de las Sierras, que conecta Córdoba con Capilla del Monte, generan alarma entre los usuarios del Valle de Punilla, quienes temen por la continuidad de un servicio clave para el transporte de trabajadores, estudiantes, familias de la región y para el turismo.
En las últimas semanas, el ramal operó con solo una formación en circulación, frente a las tres habituales, lo que complicó la movilidad de cientos de pasajeros que dependen del tren para trasladarse y evitar así el costo del transporte interurbano.
Desde Trenes Argentinos atribuyen la situación a desperfectos técnicos en dos de las unidades, pero la falta de plazos claros para su reparación ha despertado sospechas entre los usuarios, quienes temen que el recorte sea el preludio de un cierre definitivo.
Según datos del INDEC, el 55% de los habitantes de la zona utiliza este medio como transporte principal, dada su accesibilidad económica frente a otras opciones. «No es solo un atractivo turístico; es un servicio esencial para quienes viajan a trabajar, a tratamientos médicos o a hacer compras en la capital», explicó una vecina de Cosquín.
Reclamo ciudadano y antecedentes del ramal
Ante la incertidumbre, una campaña en Change.org dirigida a las autoridades ferroviarias ya suma miles de adhesiones, exigiendo garantías para la continuidad del servicio. El Tren de las Sierras, parte del histórico Ferrocarril Belgrano, fue reabierto parcialmente en 2007 tras décadas de abandono, y en noviembre de 2023 llegó nuevamente a Capilla del Monte, con promesas de extenderlo hasta Cruz del Eje. Sin embargo, el cambio de gestión nacional paralizó esos planes.
Mientras los usuarios organizan acciones para visibilizar el conflicto, reclaman transparencia: «Si hay problemas técnicos, que los reparen; si hay otras razones, que lo digan. No podemos permitir que se pierda este tren otra vez», afirmó una de las impulsoras de la petición.