Germán Palacios es uno de los grandes y talentosos actores argentinos, protagonizando éxitos tanto en cines como en la pantalla chica. Pero detrás de cada personaje que supo interpretar, e incluso del propio artista, hay una desgarradora historia de vida que lo marcó para siempre.
Siendo tan solo un niño de 9 años el protagonista de El hombre inesperado sufrió la pérdida de su hermano Martín Francisco Palacios, quien falleció a los 14 por una enfermedad congénita.
“Mi mamá era maestra de escuela y se había contagiado una enfermedad durante el embarazo. Mi hermano nació con una malformación cardíaca que mis padres atendieron con dedicación, pero finalmente, a los 14 años, en un cuadro de fiebre, tuvo convulsiones y falleció”, comenzó Palacios.
En el marco de una entrevista para Caras Tv, Germán siguió: “Lo recuerdo con mucha alegría, como un ser de luz. Un auténtico hermano mayor. Martín Francisco Palacios, una persona noble, inteligente, abierta y valiente, que convivió con una enfermedad de la cual era plenamente consciente y que nunca se achicó”.
UN DOLOR QUE NO SE VA
“Entiendo que fue una gran influencia en mi modo de ver la vida. Él decidió vivir de acuerdo a como él quería, sin privaciones. Me llevaba a jugar a la pelota, con los cinco años de diferencia, con sus compañeros del colegio. Íbamos a la plaza y él atajaba, que era lo que podía hacer”, continuó el actor.
Finalmente, Palacios aseguró que a pesar de haber pasado 50 años aun siente la presencia de su hermano y explicó: “La siento y la evoco. Inevitablemente, cuando una familia padece una pérdida tan grande, es inevitable la melancolía, y uno tiene que dialogar con eso para no entristecerse definitivamente. Mi mamá tuvo más fuerza que mi papá».