El fundador de Microsoft reveló en una entrevista brindada hace algún tiempo cuáles son las reglas que impuso dentro de su casa con sus hijos adolescentes
27/06/2025 – 12:40hs
Resulta paradójico que uno de los hombres que más ha contribuido a la revolución tecnológica en el mundo, Bill Gates, sea también un firme defensor de establecer límites claros en el uso de dispositivos electrónicos dentro del hogar. El cofundador de Microsoft, un referente ineludible en la industria, compartió en diversas entrevistas cuáles fueron las reglas que impuso a sus propios hijos durante su adolescencia, buscando un equilibrio entre los beneficios de la tecnología y la necesidad de fomentar vínculos humanos.
Lejos de permitir un uso ilimitado, Gates y su esposa Melinda aplicaron una serie de pautas que, para muchos padres, resultan un alivio al saber que incluso una de las mentes detrás de la era digital comparte sus preocupaciones sobre el impacto de las pantallas en la vida familiar. Sus consejos no se basan en la prohibición total, sino en la moderación y la priorización de las interacciones reales.
El consejo de Bill Gates a los padres de todo el mundo respecto de los celulares
Bill Gates fue muy claro al explicar dos de las principales normas que rigieron en su casa mientras sus hijos crecían:
- No tuvieron celular hasta los 14 años: Esta fue una de las decisiones más firmes. Gates admitió que sus hijos «se quejaron de que otros niños los habían adquirido antes», lo que demuestra que la resistencia no es exclusiva de ningún hogar. Sin embargo, los padres se mantuvieron firmes en esta política.
- Prohibidos en la mesa: Una regla inquebrantable en la casa Gates era que «no tenemos teléfonos móviles en la mesa cuando comemos». Esta medida respondía al deseo de fomentar la interacción cara a cara, el diálogo y la escucha activa durante los almuerzos y cenas familiares. Para Gates, este es un espacio sagrado que debe mantenerse libre de distracciones.
El magnate tecnológico incluso recordó que, en su propia juventud, cuando los celulares ni siquiera existían, sus padres ya evitaban otras distracciones como la televisión o la música durante las comidas, buscando siempre un ambiente que propiciara el diálogo y la reflexión.
Gates reconoce el valor innegable de los smartphones para la comunicación, el trabajo y el entretenimiento. «Siempre estás viendo cómo puede ser usado de una gran manera: las tareas escolares y mantenerse en contacto con amigos», afirmó. Sin embargo, su preocupación radica en la facilidad con la que el uso puede volverse excesivo.
En este sentido, también mencionó otra regla implementada con sus hijos: «Establecíamos un horario después del cual no hay tiempo de pantalla», reveló. Esta medida, especialmente para su hija menor, ayudaba a que pudieran conciliar el sueño a una hora razonable, un factor crucial para el bienestar y el rendimiento académico. Para Gates, el problema no es el dispositivo en sí, sino la dependencia que puede generar el sonido constante de las notificaciones, la tentación de revisar redes sociales o responder mensajes, que interrumpen la conversación y generan una barrera invisible entre los miembros del hogar.
Bill Gates, las nuevas tecnologías y las interacciones humanas
Para el cofundador de Microsoft, los avances tecnológicos deben estar al servicio de las personas, y no reemplazar sus vínculos más fundamentales. «Las tecnologías modernas limitan las interacciones entre los humanos», afirmó, resaltando una paradoja de la era digital. Su filosofía es clara: el valor de las interacciones reales, el diálogo, la escucha activa y la reflexión son esenciales para el desarrollo personal y familiar, y no deben ser suplantados por el brillo de una pantalla.
El consejo de Bill Gates, proveniente de alguien que ayudó a moldear el mundo tecnológico, resuena como un llamado a la conciencia para padres de todo el mundo. Establecer límites claros y fomentar espacios de desconexión no es un freno al progreso, sino una inversión en la salud de los vínculos familiares y en el desarrollo integral de los más jóvenes.