«Atención: armado, peligroso, propenso a la evasión, violento». Así describe la circular roja de Interpol al brasilero Fabio Rosa Carvalho (41), detenido el viernes a la tarde en Pedro Goyena al 800, en el barrio porteño de Caballito. Lo buscaban desde desde febrero de 2023 y el narco finalmente cayó por pagar un Uber con tarjeta de crédito.
Rosa Carvalho entró a la Argentina con una identidad falsa a nombre de Gilmar Dos Santos. Está identificado como integrante de la banda «Os Manos», que opera en la frontera brasilera-uruguaya y trabaja en la región con apoyo del Primer Comando da Capital (PCC).
Su apodo lo dice todo: «Noia», una palabra que en la jerga brasilera quiere decir algo así como «loco» o «drogón». Rosa Cavalho no cultiva precisamente el bajo perfil y eso le jugó en contra, al igual que sus tatuajes, empezando por una cruz con la inscripción «God is Love» en el lado derecho de su cuello y la palabra Faith ( Fe) en el izquierdo.
La colección la completa un dragón en su brazo derecho, una mujer y pájaro en el izquierdo, un skate, una telaraña y letras chinas en las piernas. Todo eso sirvió para identificarlo, aunque, en realidad, lo encontraron porque comenzaron a rastrear los consumos que hacia con su tarjeta de crédito, a nombre de Gilmar Dos santos.
La Policía de Rio Grande Do Sul primero lo detectó en la provincia de Córdoba, donde usaba una aplicación bancaria. Y es por eso que la investigación se la encargó a la Dirección de investigaciones Criminales de la Policía de esa provincia.
Luego, las compras del brasilero comenzaron a impactar en CABA. Así fue que una comisión de la Policía Civil de Rio Grande Do Sul y otra de Córdoba llegaron juntas a Buenos Aires y armaron el operativo junto con Policía de la Ciudad.
Pronto se determinó que el brasilero usaba la aplicación Uber que lo iba a buscar a un domicilio en Caballito. Antes de caerle encima en plena calle se hizo un seguimiento de cámaras y se logró chequear que se trataba del prófugo.
A Rosa Carvalho lo detuvieron caracterizado como un hincha de Boca y el Departamento de Investigaciones Federales de la Policía Federal empezó a coordinar con Interpol Brasilia su identificación oficial. Según pudo saber Clarín, él no era el único buscado la Policía de Rio Grande Do Sul. Un prófugo más aun sigue dando vueltas por el país.
Homicidio, drogas y cía.
El cargo principal contra Rosa Carvalho es el de narcotráfico. Por comercializar droga fue detenido el 24 de abril de 2013 y condenado a 16 años y 10 meses de prisión en 2014. Cuando le faltaban tres años y 5 meses de sentencia se le concedió la libertad condicional con tobillera electrónica. Fue entonces que se hizo humo.
Según los detalles de la circular roja de Interpol, en febrero de 2023 rompió la tobillera y escapó. Se cree que primero recaló en Santa Cruz de la Sierra (Bolivia) y luego paso a la Argentina, una locación lógica ya que «Os Manos» opera entre Brasil y Uruguay.
De acuerdo a lo detallado por el medio InSight Crime, especializado en crimen organizado y seguridad ciudadana en América Latina y el Caribe: «Os Manos es la agrupación criminal más importante de Rio Grande do Sul. El grupo se divide en cuatro células que operan con cierta independencia, pero básicamente actúan bajo las órdenes de cuatro líderes presentes en diferentes lugares del estado. El grupo puede tener hasta 10.000 miembros«.
La zona de influencia está pegada a la frontera con Uruguay. «Os Manos» opera en la misma zona que la organización criminal «Bala Na Cara», con la que mantiene enfrentamientos por las rutas de droga y armas. Precisamente es el PCC el que, se dice, provee de armas, cocaína y marihuana a ambas organizaciones.
«Bala na Cara es el segundo grupo criminal más importante de Rio Grande do Sul. Es conocido por su violencia desmedida y por el control del tráfico de narcóticos en Porto Alegre. Además del tráfico de cocaína y marihuana, el grupo controla la oferta de crack en las prisiones», indica InSight Crime
En este contexto, y como integrante de una estructura acusada de unos 150 homicidios en el marco de la guerra narco brasilera, ahora habrá que investigar si «Noia» sólo se escondía en Argentina o nuestro país, cada vez más, se suma al crecimiento del crimen organizado en la región.
AA