El gobierno de Gabriel Boric convocó este miércoles al embajador en Santiago de Chile, Jorge Faurie, para presentarle una protesta por los dichos de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, quien sostuvo que hay presencia de la milicia chiita de Hezbollah, vinculada al terrorismo, en el país vecino.
Faurie, ex canciller, tendrá que ir este miércoles al mediodía a la cancillería chilena, según corroboró Clarín en el marco de otros rumores en la prensa chilena no confirmados: que Boric lo quiere echar de Santiago y que el gobierno de Javier Milei lo quiere retirar de allí en protesta contra Boric.
El lunes, Bullrich hizo un rally por distintos medios de comunicación para explicar las nuevas medidas de seguridad fronterizas e internas que está implementando el gobierno de Milei en el marco de su alineamiento a Washington y Tel Aviv, por un lado, y en el contexto de los ataques con drones y misiles balísticos de la teocracia iraní a Israel del último sábado. «Tenemos extremo cuidado en la frontera norte. Todas la provincias tomaron medidas de precaución», e insistió con la supuesta presencia iraní en Bolivia.
Pero también señaló que tenía preocupación por la presencia de fuerzas combatientes iraníes en Chile y Brasil. «Hezbollah tiene células que se descubrieron el año pasado pero que dos (integrantes) se escaparon en San Pablo. Son satélites de Irán. En Argentina, actuaron bajo las órdenes de Irán», dijo en referencia a los atentados terroristas a la Embajada de Israel en Buenos Aires (1992, 29 muertos) y a la AMIA (1994, 85 muertos).
Fue entonces que la contraparte chilena de Bullrich, la ministra del Interior, Carolina Tohá, salió al cruce de sus declaraciones. “Quiero decir, para que la población tenga tranquilidad, que nuestros sistemas policiales y de inteligencia tienen siempre alerta en esta materia. Siempre están observando cualquier movimiento, cualquier antecedente. Y en este momento Chile no tiene amenazas de ataques de Hezbollah», afirmó Tohá.
Toha señaló que «cuando una autoridad tiene sospecha o antecedentes de temas delicados en esta materia, el canal para hacer esas observaciones es a través de la colaboración de inteligencia y la colaboración policial. No es a través de puntos de prensa que se discuten los temas de inteligencia” le refutó a Bullrich.
A su vez, en una situación casi simultánea, el gobierno de Bolivia también salió al cruce de la ministra Bullrich. A ellos se le sumó la embajada de Irán en La Paz.
En un extenso comunicado de nueve puntos, en el que juzga como “equivocadas” y “desaprensivas” las declaraciones de la ministra Bullrich de que en el país hay vecino hasta 700 iraníes miembros de la guardia al Quds, la Cancillería del presidente Luis Arce desmintió que su país “proteja en sus fronteras a personas que siembran el terror, la inseguridad y la zozobra”. Y decidió convocar para este miércoles al jefe de la misión argentina en la capital boliviana, Lucas Ezequiel Demaría -no hay embajador- a quien le expresarán una protesta.