La economía argentina sigue perdiendo competitividad frente a sus principales socios comerciales (Brasil, China, Estados Unidos y la Unión Europea), a medida que la inflación -pese a su enorme desaceleración- continúa ganándole al aumento del 2% mensual en el dólar oficial -«crawling peg«-. Desde la devaluación de diciembre, el peso ya cedió un 83,5% de esa ganancia competitiva, lo que genera múltiples dudas sobre la sostenibilidad del plan económico de Javier Milei y Luis Caputo según muestra el desempeño del riesgo país en las últimas semanas.
En otras palabras: el tipo de cambio, progresivamente, deja de ser beneficioso para que los exportadores como las cerealeras liquiden sus dólares al Banco Central (BCRA); incentiva a tomar importaciones baratas -matizado por la recesión, que deprimió la demanda interna, y el enorme stock del que se armaron las empresas el año pasado-; e impide que se acelere el ritmo de acumulación de reservas internacionales, una meta clave en el programa con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Sobre la base del staff report que los técnicos del organismo le presentaron al Directorio y publicaron esta semana, la consultora Equilibra, de Martín Rapetti, interpretó que el tipo de cambio de equilibrio a fines de mayo equivalía a $ 1.150 por dólar según los cálculos del FMI.
Un salto en el tipo de cambio oficial, entienden los expertos, sería inevitable para sostener los objetivos de crecimiento económico del 5%, superávit de cuenta corriente equivalente al 0,6% del Producto Interno Bruto (PIB) y salida primero de los tipos de cambio múltiples -eliminación del dólar blend 80% oficial y 20% al CCL-, luego baja del impuesto PAIS y por último, apertura del cepo.
Claro que el efecto inmediato negativo será el rebote de la inflación, por eso el Gobierno no quiere liberar los controles hasta sumar la suficiente cantidad de reservas que permitan resistir una corrida y una aceleración considerable de la variación de precios.
Entre Economía y el Central somos un grupo chico, muy homogéneo, que se dedica esencialmente a tratar de resolver los desafíos heredados del mayor desastre económico de la historia de nuestro país y que habla muy poco con la prensa.
Entiendo que eso no favorezca el trabajo del…
— totocaputo (@LuisCaputoAR) June 21, 2024 Ante estas especulaciones y rumores que circulan e inquietan al mercado, el ministro de Economía, Luis Caputo, repitió ayer en la red social X (ex Twitter) que «no hay ninguna devaluación prevista, el 80/20 se mantiene y el Fondo no tiene problema con esto, y el crawl de 2% se mantiene también«. Detrás de este plan está la idea de que hay equilibrio por los superávits en lo fiscal y comercial.
Con todo, el BCRA habrá acumulado hasta fin de este mes unos US$ 10.900 millones en las reservas netas desde que Milei asumió como presidente -ayudado por un crecimiento de la deuda comercial con importadores- y perdería US$ 2.200 millones entre julio y septiembre, principalmente por pagos de energía.
Mientras tanto, el sector agropecuario liquidó en junio un promedio de US$ 121 millones diarios, de acuerdo a los datos de Vectorial, en línea con años anteriores (excepto el 2023 de sequía). Sin embargo, el campo todavía tiene por liquidar unos US$ 15.000 millones a la espera de que baje la brecha o mejoren las condiciones de precios.
Según advierten expertos, el Índice de Tipo de Cambio Real Multilateral (ITCRM) al 14 de junio está solo un 8,7% por encima del que había al 7 de diciembre de 2023.