En una jornada en la que el Banco Central volvió a perder reservas y el dólar blue subió a $ 1.450, Javier Milei reforzó su respaldo a Luis Caputo, ratificó su plan en etapas para avanzar en la salida del cepo y apuntó contra uno de los principales bancos privados durante un discurso en la sede de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires, donde se volvió a poner «el traje de economista» y recibió el apoyo de los empresarios del Grupo de los Seis.
«Me sorprende a diario las carencias y falencias de nuestros profesionales en economía, lo cual hace que uno tenga que estar lidiando en algunos casos con ignorancia y en otros casos con egos exagerados que no pueden aceptar que se equivocan», disparó en el inicio de su exposición, una temática que se repitió en varios momentos en los que acusó a sus pares de «pifiadores seriales”, «deshonestidad intelectual» y «sarasa», sin dar nombres.
Milei habló frente a un auditorio compuesto por empresarios, como el dueño de casa Adelmo Gabbi, Daniel Funes de Rioja y Martín Cabrales (UIA), Gustavo Weiss (Construcción), Nicolás Pino y Marcos Pereda (Sociedad Rural) y Francisco Gismondi (Adeba), entre otros. En primera fila, se encontraba además el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, el ministro de Economía y su secretario de Finanzas, Pablo Quirno, y la canciller Diana Mondino.
En ese marco, el Presidente le dio un nuevo espaldarazo a su equipo. «Luis Caputo es el mejor ministro de Economía de toda la historia argentina, lo que está haciendo junto a Pablo Quirno y con Santiago Bausili es una tarea monumental». «El gigante que tienen acá adelante llevó la inflación de 17.000% al 50%», dijo sobre el ministro de Economía. Y destacó el trabajo de Francos para defender el DNU y la Ley Bases, una reforma «superior a la de Menem».
Milei destacó el ajuste fiscal mediante la «motosierra» sobre los subsidios, las transferencias a las provincias y el empleo público. «Echamos un montón de empleados públicos y no le seguimos paso a paso la inflación de salarios públicos, pero aparecieron los catadores de ajustes, unos chantas que decían que no se podía ajustar más de 1 punto del PBI», sostuvo. Y anunció: «Tuvimos superávit en junio también a pesar de la estacionalidad del aguinaldo».
En medio de la volatilidad financiera que mantiene la brecha cambiaria arriba del 50%, el mandatario responsabilizó por la suba del dólar y la caída reciente del precio de los bonos a los legisladores de la oposición por impulsar un proyecto para recupera la pérdida del poder adquisitivo de las jubilaciones. Y lanzó una advertencia: «Si los degenerados fiscales quieren pasar leyes que vayan contra el equilibrio presupuestario, ¿saben qué? Las voy a vetar todas».
Luego, detalló los próximos pasos de su plan al destacar que el reordenamiento de la deuda en pesos permite terminar con los pasivos remunerados del Banco Central y avanzar en una «segunda etapa» de emisión cero, aunque aún dijo que resta resolver dos condiciones para levantar el cepo: los puts (los seguros de recompra de bonos que otorgó el BCRA a los bancos privados), y la convergencia de la tasa de inflación con la de la devaluación.
«Lo de los puts que parecía abstracción hace unos días vieron lo que podía causar, pero dada nuestra fortaleza fiscal pudimos derrotar a ese banco con intenciones golpistas, los puts los tenemos en jaque mate», aseguró, luego de la fuerte caída de los pases pasivos que se dio el lunes de la semana pasada en medio de versiones en el mercado de que el Banco Macro habría ejercido puts para desprenderse de bonos del Tesoro y vendérselos al Central..
Francos sostuvo este miércoles que el excandidato a presidente y exministro de Economía, Sergio Massa, “trabaja para generar inestabilidad en el Gobierno” y que «detrás de eso hay un poder económico que opera en los mercados”. Massa fue amigo cercano del extitular del Macro, Jorge Brito, y en abril del año pasado recibió elogios de su hijo y sucesor en el banco, Jorge Brito, al asegurar que «lo más importante para el país es que le vaya bien como ministro de Economía».
Al cierre de su discurso, Milei minimizó la caída proyectada de US$ 3.000 millones de reservas y lo atribuyó a la importación de energía por las bajas temperaturas. «¿Qué pasaría si con todo el frío que hubo estos últimos días no comprábamos nada? Hubiéramos defendido los dólares, pero la hubieran pasado bastante mal en términos de frío…Si se empiezan a alterar porque perdemos dólares, es normal. Si hace más frío, se pierden más dólares», concluyó.