Que cada vez haya más personas que incorporan el deporte, sea del tipo que sea, a su rutina diaria siempre es una buena noticia. Tanto la mente como el cuerpo se van a ver beneficiados de la actividad física. El problema es que este aumento hace también que algunos quieran sacar tajada ofreciendo la realización de estudios biomecánicos, de la pisada o un análisis del pie, a todos aquellos que se acercan a su establecimiento para hacerse con equipamiento deportivo.
Estudios y análisis que son realizados por personal poco o nada cualificado lo que “puede comportar riesgos para la salud de sus clientes”, advierten desde el Ilustre Colegio Oficial de Podología de la Comunitat Valenciana (ICOPCV).
Como señala Jorge Escoto, podólogogo y miembro de la junta directiva del ICOPCV:
“En este tipo de espacios, las personas que atienden o no tienen ninguna formación o a lo mejor han realizado algún posgrado en biomecánica, ortopodología o similar, que es insuficiente para diagnosticar y asesorar adecuadamente sobre qué necesidades tienen sus miembros inferiores”,
“Lo más común es que hablen sobre si eres supinador o pronador, y es peligroso porque hay otros tipos de pisada, como la neutra, y el error en el diagnóstico puede ser detonador para múltiples dolencias en los deportistas”, añade el experto. Los podólogos no solo se fijan en la pisada a la hora de recomendar calzado deportivo. Adobe Stock.
5 problemas derivados de una mala elección del calzado deportivo
Cuando se realiza un diagnóstico erróneo sobre cómo pisamos o cómo es la estructura podal, la recomendación del calzado más ajustado en cada caso también es errónea. Como consecuencia, los podólogos valencianos señalan los problemas que más frecuentemente se encuentran en estos casos:
Las sobrecargas musculares. Las fascitis. Roturas óseas por estrés en los huesos de los pies. Dolor de cuello. Dolor lumbar, entre otros. Y es que hay muchos factores que se deben tener en cuenta a la hora de analizar los pies y elegir la mejor zapatilla deportiva en cada caso.
“También hemos de saber que el pie cambia su posición conforme el ciclo de la marcha. Por ejemplo:
En la fase de choque de talón, supina Al iniciar la fase de despegue, prona de forma progresiva y armónica. Por tanto, el pie realiza movimientos de supinación y pronación en cada paso”, explica Escoto.
Desde el ICOPCV se insisten en que lo importante es conocer los grados de pronación y supinación para poder optar por el tratamiento oportuno e individualizado en cada pie, si fuera necesario.
Por este motivo, una elección inadecuada del elemento correctivo que se incorpore a la zapatilla puede condicionar todo si el peso del cuerpo cae en exceso hacia afuera o fuerza hacia adentro.
Una mala elección del calzado deportivo puede ocasionar sobrecargas musculares. Aleksandarlittlewolf. Freepik.
No todos somos pronadores o supinadores
Seguramente no nos resulten extraños términos como pronador (aquellos que al caminar tienden a meter los pies hacia dentro) o supinador (la pisada tiende a hacerse con la parte exterior del pie). Por los podólogos señalan que hay más tipos de pisada, y cada uno de ellos nos hace más o menos propensos a sufrir lesiones.
La persona con un con un tipo de pisada neutra son los menos propensos a sufrir lesiones ya que el peso del cuerpo está mejor distribuido a lo largo del pie sin sobrecargar las articulaciones. Los supinadores, cuyos pies tienden a ir hacia afuera, tienen mayor predisposición a fracturas óseas y esguinces de tobillo. Sobre todo, las fracturas por estrés en el cuarto y quinto metatarsiano, incluso, en grados más extremos una fractura de peroné. En cambio, los pronadores, pies en los que el talón tiende a ir hacia adentro, los expertos del ICOPCV señalan que son los más complejos, ya que, al girarse las rodillas hacia dentro, las rótulas se van hacia afuera, la pelvis se adelanta y aumenta la curvatura a nivel lumbar. Esto provoca una alteración de todo el sistema musculo esquelético, desde el pie hasta el cuello, porque el cuerpo tiende a compensar el desequilibrio. En estos casos son más propensos a dolores en las lumbares o en el cuello.
El estudio de la pisada es muy complejo. Adobe Stock.
“Los profesionales de la Podología para asesorar en la elección de una zapatilla no sólo nos fijamos en la pisada, sino que tenemos en cuenta otros factores como:
El peso del corredor El impacto del talón en la marcha La posición del medio pie y al antepié Se realizará una exploración acostado y sentado en la camilla Se analizará el balance articular Balance muscular y Se realizará una exploración neurológica”. “Además, con el paciente de pie en estática sobre un podoscopio, una plataforma de presiones (estudio baropodométrico) o ambas, obtendremos valores de gran utilidad y, por supuesto, se realizará un estudio en movimiento andando, pisando la plataforma o corriendo sobre una cinta, entre otras muchas más”, añade.
En definitiva, saber qué tipo de pies tenemos y cuál es el mejor calzado en cada caso no es una cuestión fácil, sino que requiere de un estudio a fondo.
Por eso, desde el ICOPCV insisten en la importancia de que la población sepa que los diagnósticos realizados en una tienda de artículos deportivos, “serán muy probablemente errados y, además, en estos establecimientos no se dispondrá de número de registro sanitario, ni de todos los aparatos ni instrumentos precisos para llegar a un diagnóstico correcto, por lo tanto, comerciante y local están incurriendo en lo que se llama intrusismo”.