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Vergonzosa muestra antisemita en Suecia

Una instalación montada por el grupo “Umeå por Palestina”  en el norte de Suecia ha desatado una ola de repudio y preocupación en medios locales e internacionales. Allí, se representaron maniquíes colgados con uniformes de prisioneros de campos de concentración nazis. Intentaban hacer una aparente analogía entre el Holocausto y la actual guerra en Gaza.

La exhibición, levantada en la ciudad de Umeå , ha sido denunciada por múltiples voces como un acto de antisemitismo explícito  y una distorsión grotesca de la historia.

Los maniquíes, vestidos con rayas grises y blancas y una estrella amarilla cosida al pecho —idéntica a la que los nazis obligaban a usar a los judíos— colgaban de horcas bajo un cartel que rezaba: “Genocide is genocide is genocide”.

A los costados ondeaban dos banderas de la OLP, mientras al frente se ubicaba una persona con una kufiya cubriéndole el rostro, sosteniendo un muñeco de bebé.

| La Derecha Diario

Esta es una muestra más de acciones antisemitas en el continente europeo.

Las imágenes del montaje circularon brevemente en redes sociales antes de ser eliminadas, pero el impacto ya estaba hecho.

El embajador de Israel en Suecia, Ziv Nevo Kulman, calificó la instalación como una “explotación grotesca del Holocausto y un acto escalofriante de antisemitismo”. Añadió: “Cuando manifestantes pro-palestinos secuestran la memoria de la Shoá para vilipendiar a los judíos de hoy, cruzan todas las líneas morales”.

El ministro de Relaciones Exteriores israelí, Gideon Sa’ar, compartió el mensaje del embajador, mientras que el humorista y escritor judío sueco Aron Flam fue aún más tajante: “Esto es una locura total. Ciérrenlo ahora. No son manifestaciones, son rituales religiosos que llaman al genocidio de los judíos”.

Desde sectores de la prensa sueca también llegaron críticas. La periodista Bitte Assarmo escribió  en su cuenta de Facebook: “¿Umeå por Palestina? Mentira. Más bien, Umeå por el terror contra los judíos. ¿Qué harán ahora la policía, las autoridades y los políticos de esta ciudad de los abedules? ¿Cuánto más tiene que pasar para que Suecia diga basta?

El profesor de Derecho Mårten Schultz señaló que la instalación podría violar leyes suecas contra la incitación al odio, destacando que el mensaje no solo se dirigía contra Israel, sino contra los judíos como pueblo.

Las autoridades policiales suecas han iniciado una investigación sobre el hecho. Mientras tanto, el escándalo ha reavivado un debate en Suecia sobre los límites de la libertad de expresión, el antisemitismo disfrazado de activismo político y la memoria del Holocausto como herramienta de propaganda.

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