El presidente de la Generalitat de Cataluña, Pere Aragonès, ha celebrado este jueves la aprobación en la Comisión de Justicia del Congreso de la ley de amnistía: «Es el principio del final de una pesadilla, una pesadilla en forma de represión que ha supuesto cárcel, prisión y amenazas sobre centenares de personas».
Lo ha dicho desde los pasillos del Parlament, donde ha querido comparecer para celebrar que «hoy es un gran día» porque comienza con el camino que sacará el ‘procés’ de los tribunales para devolverlo al terreno de la política. Este es al menos su vaticino: tardará más o menos, pero ha asegurado que se beneficiarán todos los encausados.
Desde el principio de la negociación, esa ha sido la principal fuente de conflicto: la duda de si beneficiará a todos los investigados en causas vinculadas al ‘procés‘ o no. El president, que ha seguido de cerca la negociación, ha asegurado que la ley «blinda a los afectados lo máximo que les puede blindar una ley». Después, ha continuado, la ley deberá ser aplicada «por los tribunales».
Así, el president y su partido, ERC, sostienen que la norma es sólida jurídicamente, pero que no se puede dar garantías al cien por cien de los encausados porque, al final, quienes la tienen que aplicar son los jueces. Eso sí, los republicanos sostienen en que, también en las causas más polémicas, tarde o temprano se acabará imponiendo la amnistía. «Estoy convencido de que la aplicación correcta llegará», ha zanjado.
Mensaje a los jueces
Cuando la ley se apruebe definitivamente, todo el mundo estará pendiente de cómo la aplican los tribunales. Especialmente aquellos que se ocupan de las causas más mediáticas como por ejemplo la del Tsunami Democràtic. Preventivamente, Aragonès les que ha querido enviar un mensaje: «El acuerdo [sobre la amnistía] también es una mala noticia para aquellos que desde la Audiencia Nacional y el Tribunal Supremo hacen política con el Código Penal».
No ha dicho nombres ni apellidos, pero uno de los jueces a los que se refiere es el magistrado Manuel García Castellón, a quienes los republicanos han acusado en más de una ocasión de tratar de boicotear la amnistía desde su juzgado. «La política se hace con los votos y en los parlamentos», ha dicho Aragonès.
Mensaje de agradecimiento
Por último, el president también ha querido mostrar su agradecimiento a todos los partidos que han permitido la aprobación de la ley en comisión. No solo a los tres protagonistas de la negociación, el PSOE, ERC y Junts, sino también al resto de formaciones que forman parte del bloque de la investidura. «Han sumado sus votos para abrir una nueva etapa de derechos y libertades«, ha concluido.
Pese a las felicitaciones, el president ha querido transmitir que la amnistía no es la estación final, sino el principio de todo. Es decir, el principio de que el conflicto se aborde y se solucione desde la política. Su convicción es que, cuando la amnistía se aplique, será el turno del referéndum.