SOCIEDAD
El autor original de la obra de arte denunció a través de su cuenta de X que la obra expuesta era un calco de la suya.
El Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires (Malba) se encuentra en el centro de la polémica luego de que el reconocido artista argentino Gustavo Cabral, más conocido como Ciruelo, denunciara públicamente a través de sus redes sociales que una de sus obras habría sido plagiada y exhibida en el prestigioso espacio cultural.
“Visitando el Malba me encontré con una pintura expuesta que me resultó muy parecida a una pintura mía de 2005 llamada Dragon Caller”, escribió el ilustrador en su cuenta de Instagram, acompañando el mensaje con una foto suya frente a la pieza en cuestión. La obra señalada pertenece a Carrie Bencardino, artista vinculada al kirchnerismo y parte de la muestra El desentierro del diablo.
La publicación de Ciruelo rápidamente generó miles de reacciones: comentarios de apoyo, críticas al museo y un debate encendido sobre los límites entre el homenaje, la apropiación y el plagio en el arte contemporáneo.
| La Derecha Diario
La comparación fue inevitable. En las fotos difundidas por Cabral se observan similitudes notorias entre su Dragon Caller y la pintura de Bencardino:
- La silueta del dragón en el centro de la escena.
- El fondo rocoso y la atmósfera fantástica.
- La paleta de colores, casi idéntica en ambas composiciones.
Aunque el ilustrador aseguró que no busca “levantar polvareda”, dejó en claro que la situación lo incomoda: “Muchos de mis fans reaccionaron exasperados. No quiero perjudicar a Carrie, pero en el Malba no vi ningún crédito ni referencia a mi obra”, señaló en diálogo con La Nación.
Ciruelo, figura internacional en el mundo del fantasy art, agregó que Bencardino nunca se disculpó directamente, aunque reconoció que la artista se había declarado fan de su trabajo desde la juventud.
En el mismo posteo, Bencardino escribió un mensaje críptico:“Los ídolos de la infancia se pueden convertir en terribles fantasmas”.
Ese comentario, lejos de calmar la situación, encendió aún más la reacción de los seguidores de Cabral, que acusaron a la artista de desviar la atención sin asumir responsabilidad.
Por su parte, el Malba difundió un comunicado en el que defendió la inclusión de la obra en su exhibición:“La obra pictórica de Carrie Bencardino se nutre de imágenes encontradas en revistas, tapas de discos, videoclips, internet y de su archivo personal de objetos y otros materiales visuales. Este procedimiento es propio de las prácticas artísticas contemporáneas: las imágenes se nutren de otras imágenes”.
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