Sin carta ni video del Papa al menos hasta ahora, la Asociación Cristiana de Dirigentes de Empresa (ACDE) sorprenderá con su Encuentro Anual por varias razones.
En estos tiempos de “no hay plata” se realiza en el Regimiento de Patricios en vez del Sheraton. Y en ese amplio predio habrá varios emprendimientos de la economía social, como Mordisco que se encargará del catering de las dos jornadas que arrancan el próximo 2 de julio por la tarde.
Otra novedad: no habrá economistas ni pronósticos. Esta vez y con filosofía ecuménica suman a políticos de todos los colores y buscan responder a la vieja pregunta: ¿Qué le pasa a la Argentina?.
Por la situación social, insistirán que los empresarios ya no pueden mirar para otro lado, como señala su titular Silvia Bulla. El lema elegido es “creer para crecer” en lo que parece un llamado a confiar en el Gobierno. Invitaron al presidente Milei. Hasta ayer no había confirmado.
El Encuentro también habla de renovar la cultura empresarial. Lo preside Luis Guastini, CEO de Manpower Group en el país, líder en contratación eventual.
Habrá un llamado a luchar contra la pobreza generando empleabilidad, que significa capacitar para incluir. Roberto Murchison, del grupo que lleva su apellido, se referirá a “creer para confiar y en confiar para construir”.
Otra mesa indagará si estamos perdidos en la era digital y “sobre los desafíos humanos y organizacionales en un mundo vertiginoso en tiempos de la inteligencia artificial”.
Expondrán entre otros, Liliana Parodi del Silver Economic Forum y Mateo Salvatto de Asteroid Technologies. También Eduardo Bastitta, fundador de Plaza Logística y creador de Mas Colonia, la ciudad inteligente en Uruguay que asombró a Milei.
Presentarán dos casos ejemplificadores. Uno, el del Santander que, ante cierre de sucursales y bajo la batuta de Silvia Tenazinha, reconvirtió a 700 cajeros en expertos en lectura y captación de datos. Otro, el de la cadena Grido que creó las heladerías sociales Vía Bana en los barrios populares y que emplea a la gente del lugar.
“Los líderes estamos atravesados por un contexto local de mucha incertidumbre económica y tecnológica. Los argentinos padecemos el mito de Sísifo, siempre caemos en los mismos problemas. Y la agenda global es también un mar de tensiones”, dijo Guastini.
Y precisamente por ese mar de tensiones global, el plato fuerte del Encuentro será la entrevista a Rafael Grossi el argentino que preside el Organismo Internacional de la Energía Atómica, justo cuando hay temor por el uso de armas atómicas.