Luego de 10 años de acuerdos de precios con el Gobierno, las empresas de consumo masivo volvieron a sentarse a discutir directamente con los proveedores. Pero, aunque festejan el fin de los Precios Cuidados, iniciativa que lanzó en 2013 Cristina Kirchner y luego fue tomando otros nombres, aún están tratando de entender cómo será la nueva dinámica de negociación.
La devaluación de diciembre y la incertidumbre sobre qué iba a pasar con inflación y el dólar trastocó los precios, que recién ahora están empezando a acomodarse, después de la sobrerreacción y el derrumbe de ventas.
La «nueva» autorregulación del mercado terminó provocando una amplia brecha de precios en las góndolas, con una fuerte disparidad en las políticas de las compañías. Unas decidieron bajarlos, otras los congelaron (después de haberlos subido) y otras, en cambio, optaron por ir trasladando los aumentos de los costos de manera más paulatina.
Baja de precios y congelamiento «voluntario»
Quilmes fue la primera en anunciar un congelamiento con su “Pacto Quilmes”, en el que la Clásica de litro mantendrá el precio hasta el 15 de julio y los consumidores podrán canjear cuatro envases vacíos por una gratis en 250.000 puntos de venta.
CCU salió a competirle con Schneider y rebajó su Latón 710 un 25%, a $ 1.500, hasta el 31 de mayo, como una acción que activó de cara a la Copa América, dado que es sponsor oficial de la Selección Argentina desde 2019.
Entre las que bajaron precios, también está Swift con el “Pacto Swift”. La marca de Minerva Foods contrajo alrededor de un 20% los importes de cuatro de sus productos más comprados: los bocaditos de pollo de 380 gramos, las salchichas de seis unidades, las hamburguesas Caseras y Clásicas, ambas de dos unidades. Se comprometió a mantenerlos hasta el 8 de julio.
También, según pudo saber Clarín, la azucarera jujeña Ledesma redujo un 12% sus paquetes de azúcar, y Molinos Río de la Plata, del Grupo Perez Companc, aplicó una baja en paquetes de fideos secos y otros artículos de almacén. Es la alimenticia más grande del país y controla las marcas de pastas Lucchetti, Matarazzo, Don Vicente, Don Felipe; las harinas Blancaflor, Favorita y Vitina; y el arroz Gallo.
Swift bajó un 25% los precios de cuatro productos. Foto: SwiftEn tanto, entre las que mantuvieron los precios, se encuentra Arcor, que asegura que todos sus productos tienen los mismos importes desde enero. La alimenticia de Arroyito, Córdoba, tiene las marcas Arcor, BC, La Campagnola, Salsati y Presto Pronta entre otras.
En este grupo, por fuera de las alimenticias, están los supermercados también, que extendieron sus campañas de congelamiento, como Carrefour, que continuará hasta el 15 de agosto con sus «Precios Corajudos» en más de 1.500 productos de marca propia, acción que originalmente iba a terminar el 15 de julio.
También se encuentra Día, que volvió con su iniciativa Ahorrames con precios de 100 productos que estarán en oferta hasta fin de mayo. Para junio, la propuesta ya supera las 200 referencias de la marca propia y de otras. A la par, sigue con «Baratísimos», un surtido de artículos de necesidad básica, según la cadena de origen español, “al precio más bajo del mercado”.
Subas de precios
Lácteos es una de las categorías que continúa aumentando. Tal es el caso de leches, yogures, quesos blandos y duros, y manteca, entre otros. El consumo bajó un 20%, según el Observatorio de la Cadena Láctea Argentina (OCLA).
La leche –la principal materia prima, que representa el 50% del costo– subió por encima de la inflación, a lo que se suma la menor disponibilidad del insumo por efecto de la sequía y la estacionalidad, con menor volumen en los primeros meses del año. A eso, se agrega que, con la liberalización de las retenciones, muchos productores se volcaron a exportar, por lo que cayó la oferta en el mercado interno.
Los lácteos siguen con subas de precios. Foto: archivoLa industria estima que los precios deberían empezar a bajar en las próximas semanas, con el dólar oficial planchado y los tamberos habiendo recuperado márgenes. El principal desafío que enfrenta es lograr un equilibrio. “No se puede trasladar el 100% de los aumentos porque si no nadie compra. Pero tampoco se puede ir a pérdida total”, graficó una fuente del sector.
Otras categorías en las que hubo incrementos en línea con la suba de los costos fueron caramelos, chocolates, jugos en polvo y snacks, con ingredientes como harinas, azúcares y endulzantes que se importan y aumentaron por encima de la inflación. Al respecto, los fabricantes remarcaron el trabajo que están llevando adelante para bajar costos, de modo tal de que el impacto en el bolsillo del consumidor sea menor.
Más allá de las particularidades de cada rubro, tanto proveedores como comerciantes son conscientes de que en enero y febrero los precios quedaron altos y ahora, con la retracción del consumo, tienen que acudir a estrategias para captar a consumidores que solo compran sus marcas predilectas cuando están en oferta, según Kantar Insights. El interrogante es quién cederá en esta negociación.