Ya con la mitad del mes de junio transcurrido, queda claro que el 4,2% de inflación de mayo marcó un piso imposible de mantener. Las proyecciones del Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) del Banco Central anticipan un 5,5% para ese mes, después de haber pronosticado un 5,2% para mayo, un punto porcentual por encima del número final que reveló el INDEC la semana pasada.
Ahora de cara a junio las consultoras ven la inflación entre 5,5% y 6%, que pondrá un freno a la caída que traía el registro en lo que va del año. «El 4,2% de mayo es un piso transitorio», apunta LCG.
La razón central del rebote de la inflación en este mes se vincula con las tarifas. Los ajustes que el Gobierno venía postergando y que ahora empieza a implementar le impondrán al índice de precios un alza de 1 punto porcentual al menos. En el resto de los precios, los que conforman la llamada «inflación núcleo», no se esperan mayores variaciones. Ese registro, que incluye las variaciones de precios limpias de cuestiones estacionales y de precios regulados, marcó 3,7% en mayo, por debajo del 4,2% general de ese mes.
La consultora FMyA indicia que este mes la inflación núcleo sigue en torno al 3,7%. «Con la normalización de prepagas y el impacto de suba de tarifas de luz y gas de 1,5 puntos porcentuales, estimamos una inflación en torno al 5,5%. Pero en julio y próximos meses, sin tarifas extraordinarias volveríamos a niveles de 4,5%; y proyectamos la inflación 2024 en 136%».
Esta visión coincide con la de Fondo Monetario que en el informe que presentó hoy bajó su proyección de inflación anual para Argentina de 150% a 140%.
Los datos del relevamiento de precios de la consultora C&T para la región GBA de lo que va de junio muestran una incidencia cercana a un punto de inflación de los ajustes en electricidad y gas. «Al mismo tiempo, se registra una importante baja de las verduras. En otros rubros se verifican aumentos incluso menores a los de mayo. Así, la inflación del mes podría ser levemente superior a la de mayo«.
En LCG detallan que «en junio estará el impacto de transporte (subtes en CABA, que tendrán otro ajuste en junio, luego del aumento de fines de mayo), naftas, y electricidad y gas (ajustes en la parte de generación, con transporte y distribución todavía suspendido). Es así como pensamos que este 4,2% puede llegar a ser un piso transitorio».
Respecto a la evolución de los alimentos, por ahora no se registra una aceleración en estos precios. La última medición de LCG marcó 1,5% para alimentos en la segunda semana de junio, después de haberse mantenido quietos en la primera semana. Con esto, la proyección de LCG para los alimentos del mes es de 4,8%, el mismo registro que este segmento -el de mayor peso en el índice- tuvo en mayo en la medición del INDEC.
Otras consultoras registraron variaciones menores. «Nuestro relevamiento de precios arroja una variación promedio nula en la segunda semana de junio, para nuestra canasta de alimentos, perfumería y limpieza en supermercados GBA. Entre categorías destaca Verdulería con una variación de -4.5% y Lácteos con una suba de 1,8%», indicaron desde Econviews. La consultora había registrado 0,6% en la primera semana de junio en la medición que realizan en los supermercados de GBA
A su vez, Econométrica anotó en la segunda semana de junio una inflación de 0,1% en Alimentos y bebidas, lo que lleva a 2,6% mensual.
El Relevamiento de Precios Minoristas Eco Go marcó en la primera semana de junio una variación semanal de alimentos de 0,5%, lo que los lleva a una proyección a nivel general de junio de 6,1%. «La suba respecto al mes anterior responde a los aumentos registrados en servicios regulados, que en mayo fueron congelados», apuntaron.
Batalla compleja
LCG advierte que «la batalla contra la inflación para lograr valores cada vez más bajos será más compleja en lo sucesivo, por la memoria inflacionaria, eventuales reacomodamientos cambiarios, mejoras parciales del salario real, y la posible recuperación incipiente de la actividad económica».
Para la consultora fundada por Martín Lousteau «de acá en adelante realmente se requerirá arremangarse más para ir hacia niveles más bajos: no alcanza sólo con la disciplina que impone la recesión, hacen falta mayores elementos de coordinación de expectativas de precios».