Una ministra en apuros
“¡Salí ya de ese manicomio!”, le dijeron al funcionario y al instante, vació los cajones de su escritorio ubicado a pocos metros del despacho de la poderosa ministra. Maximiliano Keczeli, hasta el lunes pasado la mano derecha de Sandra Viviana Pettovello, acató el consejo de una persona que lo quiere bien -y con profundo conocimiento de la administración pública- y decidió volver a la actividad privada dejando de lado la responsabilidad en las áreas de Legales y Administración, que lo colocaban como el «número 2» de la ministra Pettovello. Al rato, también se fue Gerardo Marcelo Hita, director del Consejo Nacional de Coordinación de Políticas Sociales. Pocos días antes; también huían despavoridos Marcelo Basilotta (director de la Casa Patria Grande Néstor Kirchner) con un pedido de renuncia por “irregularidades en su gestión”, a pesar de haberse «criado juntos y de ser casi familia con Sandra», como dijo el funcionario renunciado. Ahora, con este cuadro de salidas, una persona de la confianza de la ministra mileísta asevera: «Sandra está sola». La vehemente periodista y política llegó a la política de la mano de su amigo Javier Gerardo Milei. «Es su contención afectiva. Cuando Javier se pone nervioso o se enoja y pierde el eje, aparece el abrazo afectivo de Sandra. Es la gran tranquilizadora de Javier, es su contención. Solo ella y Karina logran algo así con el hoy Presidente», cuenta un libertario que no acepta dar su nombre por temor a represalias. Pero que sabe cómo se conocieron Milei y Pettovello: ella era una comentarista picante en redes y él, le respondió un mensaje y comenzó el vínculo. En Instagram.
Sandra Pettovello y Manuel Adorni. Foto Marcelo Carroll
Sandra, Karina y Santiago
Pettovello habla a solas con el Presidente, algo que pocos logran hoy en día, y allí se cuentan sus penurias. Algunas de las que sufre hoy en día la ministra es el ojo omnipresente del jefe de Gabinete, Nicolás Posse, quien manda a observar todo lo que hace Pettovello, puesto que es «el único ministerio con plata» como pregonó el león libertario en campaña. Pero estas últimas salidas del Ministerio de Capital Humano encuentra activos a otros actores: Santiago Caputo y Karina Milei están disconformes con los últimos sucesos y ahora, apuntan a funcionarios del área pettovellista como el secretario de Educación, Carlos Torrendell, y el subsecretario de Políticas Universitarias, Alejandro Álvarez. Pettovello confía en pocos hoy y grita: «¡Me operan en todos lados!». A la cabeza de sus preferencias está Leila Gianni, funcionaria de la era K que aún mantiene tatuados dos pingüinos en su brazo derecho, en homenaje a Néstor y Cristina Kirchner. Quienes la vieron a Gianni en acción, dicen que ella ordenó cerrar con precintos oficinas de la Secretaría de Trabajo tras el despido de 13 funcionarios de esa secretaría en la actual gestión. “Leila Gianni justifica la presión de Pettovello en que la amiga de Milei maneja 5 ministerios dentro de uno, ya que reúne en Capital Humano a Salud, Educación, Desarrollo Social, Trabajo y Cultura. “Hay mucha presión. Pero son con buenas intenciones, la Patria es algo muy grande, es la vida y el futuro de las personas. Hay que dejar todo”, admite una funcionaria que obedece órdenes en silencio. La libertad avanza…
Sandra Pettovello. Foto Marcelo Carroll
Divididos las pelotas
Donde también hay jaleo libertario es en territorio porteño. En la Legislatura de la Ciudad, los diputados mileístas elegidos fueron 9 y están divididos: 5 responden a Ramiro Marra y Oscar Zago y 4, a Pilar Ramírez, amiga y mano política de Karina Milei en ese cuerpo legislativo. La pelea allí es con revoleo de notas desde cada sector pidiendo que Matías López, el mandamás de la Legislatura y hombre del PRO, laude a favor de uno de los sectores. Pero todo ese conventillo terminará en la Comisión de Reglamento para decidir quién se queda con el nombre «La Libertad Avanza»: esa es la disputa desatada, tras el desembarco de Karina Milei de hace 15 días atrás en un bar de Palermo, para inscribir la fuerza política creada por los hermanos oriundos de Devoto. Pero Karina se ha instalado como la decisora política de su hermano y quien la desobedece, tiene como único destino el destierro. «Miralo a Marra: ella le dijo -cuando ganaron la Presidencia- ‘bajate dos años y luego volvés’ y él la desobedeció, sigue de recorrida por los canales y habla pero sin línea con ella ni con Javier. Eso le espera a otros como a Zago también…», cuentan en la Legislatura donde viven una interna más de La Libertad Avanza. Ahora, se viene allí la discusión por la ampliación del Presupuesto que pidió Jorge Macri y nadie sabe quiénes son los interlocutores habilitados por la Casa Rosada. Pilar Ramírez invocará ser bendecida por la hermana presidencial y Ramiro Marra se mostrará como un referente libertario pero sin aval de los Milei. Una familia muy normal…
Ramiro Marra. Foto Juano Tesone
El pichichismo residual
Mientras tanto, el peronismo comienza a ensayar algunos movimientos que apuntan a tratar de despabilarse. Sergio Tomás Massa reapareció en escena este martes en la Marcha Universitaria acompañado (después de mucho tiempo) por una columna con banderas de su Frente Renovador. A los suyos les repite “es una nueva era, a otra velocidad” pero creyendo que una vez más, será el peronismo el que suceda al actual proceso político. Pero otro suceso se está dando a partir de la pelea Máximo-Axel y la incorporación de Daniel Osvaldo Scioli a la administración Milei. El intendente de Avellaneda, Jorge Ferraresi realiza actividades en la Provincia para sostener la intención de un liderazgo de Kicillof frente a los embates de La Cámpora. Y uno de esos encuentros sucedió en Mar del Plata, al que fue acompañado por un ex alcalde Avellanedense, Cacho Álvarez de Olivera. Y lo llamativo de esa cita fue ver a Alberto Pérez, Nora de Lucía y Manino Iriart, ex funcionarios de íntima confianza de Scioli. La movida fue en desafío a la influencia de la camporista Fernanda Raverta (ex ANSES) y la sede la puso el sindicato local de Luz y Fuerza. Ferraresi quiere confrontar con La Cámpora, sumar a intendentes del conurbano y ahora, reclutar al pichichismo que quedó a la intemperie luego de la incorporación (a título personal) de Daniel Osvaldo al gobierno libertario. Hola todos, yo soy el Pichichi, rugió la bestia en medio de la avenida…
Scioli y Francos con Javier Milei
Paz y amor
A partir de los cruces entre sus hijos políticos (que adelantó esta sección), Cristina Elisabet Kirchner ordenó silencio y evitó enviar a mensajeros como los que definió Andrés Larroque de “machos del WhatsApp”. Y lo hizo ella, de modo personal, llamando a actores por teléfono. La lista la integran Fernando Espinoza, Gustavo Menéndez y Alberto Descalzo entre otros.
Esos asuntos fueron tema de conversación en un encuentro en tierra porteña que sucedió el mismo día en que Axel Kicillof era desairado por La Cámpora en dos eventos consecutivos: por Mayra Mendoza en Quilmes y por Damián Selci en Hurlingham. CFK fue esa noche al “Café Las Palabras”, el restorán-living que el diputado nacional Eduardo Valdés tiene en el barrio de Almagro. Cristina salió de su departamento de San Cristóbal y viajó hasta ese reducto, acompañada de Anabel Fernández Sagasti y de Mayra Mendoza; esta última, directa protagónica de la “lija” política al que la agrupación de Máximo Kirchner pretende dedicar al mandatario bonaerense, en una compulsa por la sucesión política cristinista. Buen provecho…
Eduardo Valdes en el Café Las Palabras. Foto Anita Pouchard Serra/Bloomberg