El Gobierno demora la definición sobre la modificación del decreto 823 de Alberto Fernández, que unificó la contratación de todas pólizas de empresas estatales en Nación Seguros y abrió la puerta a los «brokers», pero también la integración de las tres unidades de negocios de la mayor banca estatal. En Nación Seguros de Retiro, por caso, aún reviste como director, con cargo formal de vice, el exgobernador riojano Angel Maza, depuesto en 2007 en medio de un escándalo político e institucional en la provincia cordillerana.
La semana pasada se descabezó a la cúpula de Nación Reaseguros como paso previo a una reducción de los distintos directorios: el objetivo sería unificar las tres estructuras en una sola, al parecer, en la que más grande -la que opera con los seguros de los organismos públicos- y hoy conduce Alfonso Torres. La unidad más pequeña es Nación Retiros, que según admiten en el Gobierno cuenta con 4 directores y 8 empleados y con cuenta con una cartera «muy acotada».
Uno de los directores de esa firma es Maza, quien asumió en mayo de 2020 y pese a que presentó la renuncia al comienzo de la nueva gestión, sigue en el cargo porque el Ejecutivo no renovó las autoridades.
El escándalo de los seguros en principio aceleró cambios en la estructura del Nación. Las autoridades de institución ya enviaron los nombres de los candidatos a ocupar esas sillas a Jefatura de Gabinete pero aún están siendo auditados por el equipo de Nicolás Posse. Es el mismo que debe definir si se da de baja o no el mentado decreto 823.
En el oficialismo algunas fuentes sostienen que, de no haber explotado el escándalo por presuntas estafas con los seguros oficiales, Maza podría continuar durante la actual administración dada su amistad con «Lule» Menem, que trabaja cerca de Karina Milei en Casa Rosada y ha ganado influencia en Nación Seguros. Pero el propio exgobernador, en diálogo con este diario, argumenta que «sólo vio un par de veces a «Lule» desde que Javier Milei puso un pie en la Casa Rosada. El primo de Martín Menem había sido funcionario de su gobernación. «No puedo abandonar la empresa hasta que no se oficialice un reemplazo», remarcó.
Lo extraño es que en marzo pasado se convocaron a dos asambleas en Nación Retiro para renovar autoridades pero el propio Banco decidió suspenderlas. «Hicimos una buena gestión, diseñamos un seguro de retiro para tecnológicas y firmamos uno colectivo para los empleados públicos de La Rioja», remarca el exmandatario.
Hoy las autoridades del Banco Nación anticipan que en 10 días podrían convocar a una asamblea para renovar el directorio siempre y cuando llegue la bendición desde Jefatura de Gabinete. Si se confirmara la modificación de las estructuras de las unidades de negocios del organismo, quedaría empoderada Nación Seguros, la beneficiaria del decreto de A. Fernández.
En el oficialismo aducen que aún se analiza qué hacer con el decreto firmado en 2021. De hecho, hoy continúan operativos un 15% de convenios con entes estatales de los que participan distintos «brokers». Por eso, insisten, en que deben evaluar «la maduración de las pólizas», es decir, cuándo vencen los contratos porque ningún productor firmaría una adenda para excluirse de las operaciones. Las opciones superadores serían dos: la del autoseguro, que adoptó la Anses luego que se destaparan las presuntas maniobras con las pólizas que se le otorgaban a los jubilados que tomaban créditos, o bien iniciar procesos de licitación pública. Empero, hoy no hay ninguna definición del Ejecutivo.