Cumbres borrascosas
En Córdoba pasan cosas raras, dijo una vez Juan Perón. En estas horas lo raro lo aporta el virtual levantamiento de un llamado Pacto de Mayo en el que el Gobierno confiaba como la solución a todos sus problemas. Los funcionarios de la presidencia -seguridad, protocolo, espías, etc.- que habían ido a esa ciudad para preparar el Pacto, dejaron de aparecer y cortaron los teléfonos.
Hay urgencias que aprietan más para encarrilar la gestión. La necesidad forzó a la cúpula del Gobierno y del Senado a apurar una reunión para pasar el peine fino a los proyectos de ley minibús y ley fiscal. Ocurrirá en la tarde de este lunes, en un lugar a definir entre las oficinas de Victoria Villarruel o de la Casa Rosada.
Los responsables de los bloques que apoyan buscarán allanar las diferencias para que el proyecto que trate el Senado la semana que viene sufra la menor cantidad de modificaciones. Además, que esos cambios sean admitidos en paz por la Cámara de Diputados. En esa reunión el oficialismo tratará de doblegar a los bloques de la UCR y del PRO para que unifiquen sus diferencias y aporten los votos necesarios. Sin ellos, no hay dictamen.
La oposición del peronismo tiene decidido rechazar en bloque los dos proyectos. Eso convierte a los radicales y al PRO los árbitros. El objetivo es tener los 36 votos necesarios sobre los 72 que suman las tres comisiones que deben dictaminar. El dictamen de mayoría es la válvula que facilitará que en el Senado haya aprobación en general, y que las diferencias en particular sean digeridas sin problemas por el Gobierno.
Cuanto peor, ¿mejor?
Que el Gobierno que alardea de tener el celular del altísimo dependa de estas inquinas del PRO y la UCR contradice la campaña que sostiene el oficialismo: de que le va muy bien porque el público lo ama y porque no hay oposición a la vista. Vaya si la hay.
Estos tropezones no parecen desvelar a Milei, que ya dijo que, si no quieren votarle la ley, que no se la voten. Más cerca de la teología que de la política, repite la doctrina del anarcocapitalismo de un Patrik Schumacher, el arquitecto que imagina ciudades a la medida del darwinismo social. Este autor sostiene, como Rothbard y Von Mises, que los sistemas basados en dinero fiduciario fracasan inevitablemente. Las crisis no se solucionan con rescates y dinero fácil. Hay que dejar que llegue la crisis.
Schumacher revolucionó un Congreso Mundial de Arquitectos proponiendo abolir los planes de vivienda para los más pobres, privatizar calles, plazas, espacios públicos y parques. Esto supone enfrentar a la política. «La revolución llega cuando el sistema político se convierte en una barrera para las fuerzas productivas» ha dicho Schumacher (ver Slobodian, Quinn Crack-Up Capitalism: Market Radicals and the Dream of a World Without Democracy (Nueva York; Macmillan, 2023).
Sube el precio del Sí
La clave de que haya una salida airosa para un gobierno que ha cedido en casi todo lo que le han pedido en el Congreso es que el PRO resigne las diferencias entre Luis Juez -hoy un oficialista extremo- y Guadalupe Tagliaferri, que representa a la CABA, distrito castigado por el poder Ejecutivo con los Fernández, y ahora con los Milei.
La creciente distancia entre Milei y Macri aleja más a la gestión del primo Jorge del gobierno. El entuerto levanta el precio de los votos de ella y de Lousteau en el Senado. Lousteau ya les hizo morder el polvo al votar contra el mítico DNU 70/23, que contenía la expresión de deseos más fantasiosa del Gobierno, y tiene sus diferencias con la de la jefatura del bloque de «Peteco» Vischi, que negoció con el Gobierno una asistencia especial a las provincias a cambio de apoyos.
Privatizar AA, pero no tanto
El acuerdo en torno a la letra fina que se conocerá en la reunión del lunes destrabará el trámite. El gobierno enviará a sus negociadores, entre ellos Guillermo Francos y José Rolandi. El Senado pone a Villarroel, Bartolomé Abdala y a Juan Carlos Romero, que actúa como el DT del grupo de los 39 que domina la cámara.
Una de las modificaciones afecta el proyecto de privatización de Aerolíneas, una bandera del mileísmo extremo. El Gobierno, con tal de que salga la ley, admitió ya que esa privatización se le agregue la palabra «parcial». También prosperaron gestiones ante gobernadores de la Patagonia, que bajaron la pretensión de tener una consideración especial por zona desfavorable.
Después de los cabildeos con el Gobierno, los gobernadores de Chubut y de Santa Cruz bajaron el reclamo de que el piso de ganancias tuviera en las provincias del sur un aumento del 22% para reducir la cantidad de trabajadores comprendidos por ese tributo. También el Gobierno admite retoques al RIGI para abrirlo a las empresas nacionales.
Peronistas en busca de autor
El peronismo se apoya en el rechazo y aprovechó el paso por la cámara del exsenador Jorge Yoma. Al exponer en el plenario del Senado dijo que la cámara debía devolver al proyecto a Diputados, como alguna vez hizo Joaquin V. González al rechazar un presupuesto elevado fuera de término.
«¿Qué es lo que viene de Diputados? -dijo-. Diputados manda una ley de erratas. Una ley de erratas porque la reescribió el presidente de la Cámara de Diputados. Una ley donde se duda de quién votó y quién no votó, porque hubo abstenciones que se consideraron positivas, hubo votos negativos que se consideraron positivos e, inclusive, hubo votos positivos que no se consideraron. Se realizó una votación por capítulos en una ley que no tiene acuerdos previos. Normalmente, se vota por capítulos cuando hay consenso en los artículos que se van a votar. No se votan por capítulos artículos que no tienen consenso previo porque eso es eludir la posibilidad de la discusión en particular; es eludir la posibilidad de que haya algún voto negativo. Es una trapisonda legislativa. Esto es lo que envía Diputados al Senado«.
La bancada de Unión por la Patria, huérfanos de líder, saludó a Yoma y dedicó varios sombrerazos a esta leyenda de la política riojana en boca de Oscar Parrilli, José Mayans, Juliana Di Tullio y la fueguina María Eugenia Duré.
Encerrona universitaria
Los radicales y el PRO también pusieron en emergencia las cosas en Diputados. Martín Menem llamó a una reunión de urgencia el viernes al caer el sol con los jefes de bloques amigos, para marcar una hoja de ruta que lo saque de la encerrona radical por los fondos universitarios.
La filtración de que la UBA y la universidad de Río Tercero -que figuran en el padrón del yacobittismo- pudieran estar a la cabeza de la suelta de fondos hizo estallar las relaciones en el bloque. Rodrigo de Loredo se vio forzado a pedir una sesión especial de la cámara para el martes de esta semana, y tiene los votos para arrancar con quórum porque se va a prender el peronismo. Difícil que con tan poco tiempo pueda prosperar.
La sesión fue pedida para votar el emplazamiento a la comisión de Presupuesto, que dictamine sobre proyectos que piden la reposición de los fondos del Incentivo Docente y la totalidad de los de las universidades. Menem debatió con De Loredo, Karina Banfi, Maxi Ferraro, Juan Manuel López, y los macristas Silvia Lospennato y Alejandro Finocchiaro. Quedaron en protagonizar este lunes otra cumbre borrascosa para impedir que este asunto entorpezca toda la política del Gobierno en las dos cámaras, y vuelva todo a cero con un nuevo fracaso de los proyectos.
Desaires a Macri
Estas fragilidades apuran el reordenamiento de fuerzas. Lo más estridente es el contraste entre la opción preferencial de Mauricio Macri por el zoom, como si siguiera la pandemia. Asumió la presidencia del PRO casi en la clandestinidad, cuando sus filas le pedían alguna demostración de fuerza. Patricia Bullrich le respondió con un réquiem en el conurbano.
Ocurrió en las mismas horas cuando Milei le hacía un desaire global a Macri: apareció en Madrid con los extremistas de Vox, que disputan votos con los amigos de Mauricio del Partido Popular. España va a elecciones para elegir 30 diputados al Parlamento Europeo y lo que menos le convenía al partido de José María Aznar era que le apareciera un factor de disidencia en el espectro conservador que le dé visibilidad al declinante Vox.
El desgaste de las relaciones con Macri repercute en el distrito acorazado del PRO que es la CABA. Hay que ponerle el ojo al proyecto que envió el primo Jorge a la Legislatura, para crear juzgados del fuero laboral en la Ciudad. La iniciativa es del Ministro de Justicia Gabino Tapia, a quien trajo de Vicente López.
Plantea el debate por un nuevo poder en el distrito, que desafía la ley Cafiero, que limitó las jurisdicciones y preservó el fuero para la Nación. También es un desafío al “recaldismo”, un polo en el Poder Judicial que le atribuye al abogado laboralista del peronismo el control de las sentencias anti-negocios.
Además, es un señuelo para que prosperen acuerdos entre los caciques del distrito por la administración de activos muy atractivos. El tema está en comisión, quiere decir que lo están estudiando el “Tano” Angelici y el hoy auditor Juan Manuel Olmos.
2027: Kicillof sin plan B
En el peronismo se desató la pelea por el control del partido. Es un factor importante en una formación que tiene fascinación por la lista única. No tiene afición por internas que disputen cargos partidarios o candidaturas. El peronismo del AMBA pica en punta poniendo a prueba precandidaturas presidenciales.
Axel Kicillof ya se hace cantar “Kicillof presidente” en Florencio Varela. Máximo Kirchner se adelantó en un día a poner la fecha del 17 de noviembre para elegir autoridades en el partido en Buenos Aires. Lo ratificó 24 horas más tarde el Consejo, para elegir también autoridades nacionales.
Kicillof tiene la fuerza de ser gobernador de Buenos Aires, y que le ganó al PRO por 22 puntos en 2023. Pero carga con la debilidad de no tener reelección. En 2027 o se retira o disputa la presidencia. Nada peor en política que jugar a todo o nada.
Su nombre no está en los papeles del cristinismo, que alienta la postulación de Wado de Pedro. En el PJ también hay peronistas que se preguntan dónde está el peronismo. El único armado por fuera del AMBA despunta en Gildo Insfrán, de quien es difícil esperar que inicie a esta altura una carrera nacional. Se hace acompañar por gobernadores del Norte. En estos emprendimientos se ve cómo empieza a pagar el peronismo haber perdido tantas provincias. Nunca tuvo tan pocas en los últimos 40 años.