Diana Morant será la primera secretaria general de la historia del partido. La ministra de Ciencia y Universidades se convertirá en la nueva líder de la formación sin primarias, algo a lo que parecía abocada la federación hasta que la dirección del PSOE ha intervenido este martes. Tras una reunión en Ferraz, los otros dos aspirantes Carlos Fernández Bielsa y Alejandro Soler han aceptado a retirar su candidatura e integrarse en la encabezada por Morant que será quien suceda a Puig al frente del partido.
Toda claudicación tiene su precio, y esa es una negociación que está todavía viva, pero que como mínimo incluirá a los líderes provinciales de Valencia y Alicante en la futura ejecutiva del partido, sin señalar sus responsabilidades. Es una de las fórmulas de integración que ya están pactadas después de una jornada intensa en la sede central del PSOE en Madrid. Habrá más negociaciones en el futuro de una dirección que se tendría que presentar en el congreso del 23 de marzo en Benicàssim y en la que se espera que Morant se reserve la mayoría.
De momento, el de este martes es un primer acuerdo de mínimos que evita las primarias y que deja a Morant como la nueva líder de la formación. Este pacto se ha fraguado junto al secretario de Organización, Santos Cerdán, que había citado para este martes a Bielsa y Soler en Ferraz. Minutos después de empezar el encuentro, le han pedido a Morant que se acerque al partido y se una a la reunión, un síntoma de que los acontecimientos se estaban precipitando y que el acuerdo estaba cercano.
Lo que no había sido posible en las tres semanas de negociaciones y aplazamientos de la ejecutiva que debía convocar el congreso extraordinario ni en la convención de A Coruña (donde se esperaban estos movimientos por parte de la dirección del PSOE) se ha arreglado en una tarde de negociaciones en Ferraz justo el día después de que los tres formalizasen sus candidaturas. Según el calendario oficial, este miércoles comenzaría la recogida de avales y el día 7 de febrero, la campaña hasta las votaciones del 25, que finalmente, no habrá.
Presión sobre los aspirantes
La presión de las últimas jornadas no había hecho más que incrementarse sobre Bielsa y Soler. Especialmente sobre el segundo, ‘sanchista’ desde el primer momento y con buena relación con Cerdán.Sin embargo, fue el primero que presentó su precandidatura, el pasado viernes, en Elx, en una demostración de fuerza, aunque siempre ha dejado abierta la puerta a un posible pacto. «Las vías para un acuerdo siempre están abiertas», dijo el lunes tras inscribirse en el proceso.
La presión le ha llegado no solo desde Ferraz sino desde gente del entorno alicantino, uno de ellos, el histórico exsenador Ángel Franco, con aquiescencia sobre la militancia de la ciudad de Alicante. También han podido pesar sobre Bielsa y Soler las posibles fugas que hubieran sufrido entre sus apoyos ante la ofensiva de las últimas jornadas desde Ferraz para evitar que una ministra se sometiera a primarias, con el riesgo que conlleva.
El acuerdo evita que el partido se dirija a una batalla interna, uno de los grandes temores en la federación después de lo vivido en los años ’90 tras perder la Generalitat. Porque los fantasmas tienen esas cosas, que se aparecen para dar sustos o consejos y no se sabe cuál de las dos ha empujado más, pero finalmente lo que era un símbolo de democracia interna, eso de consultar a la militancia, ha acabado como daño colateral del bien superior de evitar las puñaladas y el reguero de sangre que dejan en la prensa.