Luego de un arduo debate en el recinto, cargado de ideología política, pero donde estuvieron prácticamente ausentes la razón, las cuestiones técnicas y las necesidades de los contribuyentes y de las provincias, el Paquete de “Medidas Fiscales Paliativas y Relevantes” fue aprobado en general.
Se aprobaron la moratoria fiscal y el blanqueo, este último con los siguientes cambios:
Se suprimió la posibilidad de acceder al blanqueo por parte de sujetos no residentes (art. 19). Sin embargo, cabe aclarar, que se mantiene la posibilidad para “personas humanas no residentes que fueron residentes fiscales argentinos” (art. 20).Se eliminó el blanqueo de “bienes inmuebles registrados a nombre de sujetos empresas” (arts. 35 a 40).Se reformuló el art. 48 referido a “otros sujetos excluidos”.También se aprobaron la derogación del Impuesto a la Transmisión de Inmuebles (ITI), los cambios en el Régimen simplificado para pequeños contribuyentes (“Monotributo”) y el “Régimen de Transparencia Fiscal al Consumidor”.
Las “Otras Medidas Fiscales” tuvieron aprobación parcial.
Sin embargo, el Senado rechazó las modificaciones del paquete sobre Bienes Personales y Ganancias de los trabajadores. Reflexionando sobre esto, nos preguntamos si nuestros Senadores realmente comprendían la importancia de estas modificaciones.
Es muy importante tener en cuenta que difícilmente tenga éxito el blanqueo si no se modifica el impuesto sobre los Bienes Personales para darle un mínimo de razonabilidad. Sería absurdo pensar que alguien va a querer blanquear para luego estar sometido a un impuesto confiscatorio.
Resulta un elemental no aplicar una alícuota confiscatoria sobre los activos situados en el exterior (2,25% en el texto vigente), como también reducir las alícuotas progresivamente para no desalentar la tenencia de activos.
Las modificaciones también actualizaban los mínimos no imponibles –general y sobre la casa habitación– para que vuelva a ser un impuesto a la “riqueza” y no a la “clase media”.
Por otro lado, el régimen especial de ingreso (REIBP), que alienta el pago unificado y adelantado del impuesto por cinco (5) años, es realmente conveniente para la Nación –y para los contribuyentes– por el flujo de fondos que promete en una situación de finanzas públicas “anoréxicas”.
Así visto, la decisión de los senadores parece un “tiro en los pies”, por cuanto el blanqueo y Bienes Personales son recursos coparticipables. Nadie gana, al contrario, la Nación y sus provincias pierden un importante recurso financiero.
Más llamativo resulta aún el rechazo total a las modificaciones al impuesto a las Ganancias. No es en vano recordar que parte de los cambios consistían en darle fuerza de ley a las rebajas que había hecho el gobierno anterior por decreto, eliminando la posibilidad de un impuesto retroactivo por el 2023.
Otra de las modificaciones era la eliminación del impuesto “cedular” a los mayores ingresos, que dejaba un agujero fiscal de por lo menos $ 1 billón, reconocido así por el gobierno anterior, perjudicando a la Nación y a las provincias, lo cual originó en parte la crisis financiera actual.
Las modificaciones propuestas en Ganancias devolvían a este gravamen algunas de sus características básicas: progresividad, respeto a la capacidad contributiva y consideración de la situación personal de cada contribuyente, además de contar con mecanismos de actualización por inflación en general y medidas de contingencia puntuales para este año 2024.
Sin dudas, las decisiones adoptadas por el Senado, rechazando las modificaciones a Bienes Personales y Ganancias, son en grave perjuicio para las necesidades financieras de sus provincias, amén de ignorar los reclamos y necesidades de los trabajadores y ciudadanos en general, respecto de la pésima política tributaria de los últimos tiempos.