-En una presentación reciente usted señaló que Javier Milei enfrenta una oportunidad mejor que la que tuvo Mauricio Macri en 2015. ¿A qué se refiere?
-Milei tiene una oportunidad de sacarnos de la decadencia, en mi opinión como la que tuvimos al comienzo de la convertibilidad.
-¿Y por qué no la tuvo Macri? Dejemos de lado el gobierno de Alberto Fernández que tomó otro rumbo.
-Porque Macri decidió no bajar el déficit fiscal y porque Macri decidió sostener el déficit de cuenta corriente externo que lo llevó a niveles récord de endeudamiento, en definitiva usted sabe que los déficit tienen que ser financiados. Macri apostó a una lluvia de inversiones que iba a venir sólo con el cambio de las ideas.
-¿Entonces no se parecen en lo económico Milei y Macri?
-No, no. Esto es otra cosa. Milei empezó diciendo voy al equilibrio fiscal, devaluó sin remover el cepo y sostiene el superávit en las cuentas externas por lo menos hasta el mes de mayo…
-En junio las cuentas externas registraron un deterioro…
-En junio la cuenta corriente externa dio negativa, efectivamente, pero lo importante es que en el año dará positiva y frente a los números que tenía Macri, que es de lo que veníamos hablando, tanto en lo fiscal como en lo externo es donde digo que Milei está parado delante de una gran oportunidad para estabilizar. Esto es cómo yo lo veo. Desde ese punto de vista Milei no depende básicamente del endeudamiento externo como sí le pasó a Macri.
-¿Qué explica para usted esta diferencia entre el comienzo del gobierno de Milei y de Macri? Hablamos de lo económico
-Milei tiene convicciones que Macri las muestra recién hoy y no en aquel entonces. Me refiero a que Macri estaba dominado por una visión de Jaime Durán Barba y Marcos Peña de que no se podía bajar la imagen positiva y eso implicaba no hacer el ajuste fiscal ¿no? Milei hace todo lo contrario: cree que el cambio es muy favorable, que el ajuste es muy importante para bajar la inflación y tiene una imagen positiva que a Macri le habían dicho no tendría si hacía las correciones iniciales.
-¿Y qué desventajas enfrenta Milei respecto a Macri cree usted?
-Que el mundo ya tuvo una frustración con el voto del cambio en Argentina y fue con el gobierno de Macri. Por lo tanto la gente de afuera está muy contenta con Milei pero por ahora no invierte. Argentina tiene un prontuario de ocho defaults y una decepción importante en 2015-2019. Pero independientemente de ello y por lo que señalaba arriba, la realidad es que Milei tiene una oportunidad de sacarnos de la decadencia como en el comienzo de la convertibilidad.
-¿Tiene asegurado el éxito si sigue así?
-Veo una oportunidad de salir de la decadencia, no digo que esté todo bien. Las ideas de que el sector privado necesita estabilidad macro y reformas estructurales para invertir y subir la productividad, son las que tengo y pregono hace 40 años y no tengo problema en admitirlo pese a haber sido criticado por el Gobierno. Si Milei aprovecha o no esta parada no lo sabemos. Que tiene temas con su personalidad y problemas de gestión, bueno, desde ya. Pero es muy difícil ser pesimista hoy, decir que la crisis está a la vuelta de la esquina porque no es verdad. En diciembre de 2015 escribí un editorial que los economistas sabemos pronosticar una crisis pero no cuando se para el financiamiento.
-Mencionó que la Argentina tiene un prontuario de ocho defaults y la mala experiencia de la deuda con Macri. ¿El riesgo país en la zona de 1.500 puntos refleja algo de esto último o hay algo más?
-Desde ya juega en contra. Fíjese que cuando los mercados caen como caen, la Argentina cae cinco veces más. Pero entre jueves y viernes vimos que las acciones de Argentina subieron 15% en dólares. ¿Quiere decir esto que estamos del otro lado del río? De ninguna manera. Uruguay tiene 100 puntos básicos, Paraguay y Perú tienen 150. El riesgo país es un índice de solvencia. ¿Tenemos un problema con las reservas? Sí. Pero no tenemos ninguna necesidad de endeudarnos para cubrir agujeros financieros ni fiscales.
-Supongamos como dicen hoy los jóvenes que a ‘Milei le sale bien’ y baja la inflación ¿hablaremos de temas más normales en economía? ¿llegará ese día?
-No hay probabilidad de que la Argentina se transforme en un país normal en el primer gobierno de Milei porque las reformas estructurales llevan tiempo. Mucho tiempo. Federico Sturzenegger dice que los países crecen cuando se desregulan y se hacen las reformas estructurales que llevan mucho más años que la desregulación.
-Usted señala que la economía construyó fortalezas, como los superávit gemelos: ¿ese dique de contención ayudaría al Gobierno en caso le hiciera caso a muchos de sus colegas en subir el precio del dólar y recuperar ventaja cambiaria?
-Pero no lo hará ahora. Creo que claramente sí lo hará en algún momento del primer semestre del año que viene.
-¿Pero no sería un retroceso en materia inflacionaria subir el precio del dólar?
-Habría un salto de inflación pero con una llamarada menor. La inflación hoy viene cayendo.
-¿Por qué cree que el Gobierno no subirá el dólar hoy y sí en 2025?
-Dependerá mucho de la velocidad de la inflación. Hoy veo que la tasa cae aunque menos de lo que piensa el equipo económico. Las inflaciones núcleo vienen muy alta y eso significa que la tasa relevante para la macro no viene declinando como sí lo hace la medición headline (NE.: nivel general). Además tenemos inflación reprimida por tipo de cambio y tarifas. En el Gobierno están enamorados de esta solución y van a poder llegar a fin de año sin recalibrar, pero creo que algún tipo de ajuste habrá que hacer en el dólar más adelante.
-Es interesante que usted por un lado le ve a Milei una mejor oportunidad que a Macri, pero por otro lado piensa que la inflación no cae tan rápido como el Gobierno proyecta. Pareciera que una y otra deberían ir de la mano.
-Es que la Fase II del programa que anunciaron semanas atrás Luis Caputo y Santiago Bausili no resulta coherente y consistente. Tuvo éxito la Fase I pero la II acarrea muchas incertidumbres y yo sólo trato de decirlo. No estoy en condiciones de asegurar que ya cruzamos el río. Aunque reconozco que la convicción para sostener el equilibrio fiscal y bajar la inflación ha sido una mercadería escasa en este país.
-¿La actividad recupera o no?
-Julio vino mejor que junio. Habrá una recuperación moderada y mediocre. Entre los motores de las recuperaciones de las últimas siete recesiones solamente nos quedan dos y son de baja cilindrada: la masa salarial y el crédito.
-La semana que pasó arrancó con una turbulencia global severa en los mercados y temores de una recesión en EE.UU. ¿El mundo ayudará?
-El susto del lunes fue grande, pero esto no es el 2008 o 2009 con Lehman Brothers. Pero hay sobrevaluación de gran parte de las empresas tecnológicas y carry trade en yenes que financió compra de activos.