Gonzalo Aguiar ya enfrentaba una denuncia por delitos económicos y lavado de activos desde antes de ser asesinado por su expareja, Romina Camejo, el 26 de febrero pasado. Quienes están detrás de la denuncia eran socios del empresario uruguayo en Canadá, que lo acusaron de haber realizado un desfalco impresionante de dinero en Uruguay con los fondos invertidos por ellos a través de la empresa productora de cáñamo medicinal Boreal (Ignapin S.A.). Los demandantes quieren probar las falsas conexiones de Aguiar y los engaños que rodean su vida privada y pública.
Según trascendió en las últimas horas a través del diario El Observador, los abogados del principal demandante de Aguiar, Bruno Gaiero y Rodolfo Perdomo, se reunieron con el fiscal de Delitos Económicos Gilberto Rodríguez para evaluar cómo seguir la investigación tras la muerte de Aguiar.
En ese contexto, Rodríguez habría solicitado a los abogados de los denunciantes que consiguieran material en video del casamiento de Aguiar y Camejo, con el fin de poder probar otro de los engaños del empresario uruguayo.
No fue el único material que habría pedido el fiscal: también ordenó que se encontrara la grabación de una videollamada en la que Aguiar le presentó a Pollesel (principal accionista de Boreal y demandante del caso de presunta estafa) un supuesto funcionario de la Secretaría Nacional Contra el Lavado de Activos y Financiamiento del Terrorismo (Senaclaft), quien sería otro de los colaboradores del empresario.
Todo apuntaría a probar los falsos vínculos de Aguiar con las altas esferas del poder uruguayo. Otro colaborador, siempre según la versión de los denunciantes, se hizo pasar por un alto funcionario del Banco República (BROU) en llamadas y mensajes.
Romina Camejo, la mujer acusada del crimen del empresario Gonzalo Aguiar, en Punta del Este. Foto InstagramLos denunciantes de Aguiar no solo apuntan a estos posibles colaboradores del fallecido, sino que además van contra dos ex parejas de Gonzalo, el “falso” juez de paz que habría oficiado su boda con Camejo, el abogado que tenía Aguiar mientras montaba la empresa Boreal en Uruguay, un asistente de su estudio jurídico, su propia nuera e incluso empleados de confianza.
A esto se suma que en la investigación por la presunta estafa de Boreal, también están implicados la esposa salvadoreña de Aguiar y uno de sus hijos. Por esto, tienen las fronteras cerradas y no pudieron viajar desde Canadá a Punta del Este tras la muerte del hombre de 46 años.
La casa donde fue asesinado el empresario Gonzalo Aguiar. Foto Fernando de la Orden En los últimos días, trascendió la investigación a otro de los aparentes socios de Gonzalo, un productor artístico llamado Pedro Cean, quien alquilaba el chalet en donde Romina Camejo mató a Aguiar la madrugada del 26 de febrero. Este sería un hombre de confianza de ambos, quien no estuvo esa noche.
Los engaños de Aguiar
La Fiscalía de Lavado de Activos lleva adelante la investigación sobre el origen de todos los bienes de Gonzalo Aguiar luego de su llegada a Uruguay en 2020, con el motivo de averiguar si blanqueó dinero a través de estas compras.
«La Maison» de Punta del Este, donde Aguiar vivía junto a Romina Camejo. Foto Fernando de la Orden Aguiar recibió la inversión de accionistas canadienses y realizó un desembolso de 27 millones de dólares en el departamento de Salto, en Uruguay, para poner una planta procesadora de cáñamo medicinal. Resultó que solo 8 millones fueron destinados al proyecto.
Hay una denuncia presentada ante la Justicia en donde se expone que si bien una parte del dinero se utilizó para encaminar el proyecto, varios millones fueron utilizados para “comprar suntuosos bienes a su nombre, dar regalos a familiares de sus vínculos amorosos, viajar fastuosamente por el mundo y un sinfín de gastos personales millonarios más”.
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El dueño de una de las mansiones más exclusivas de Punta del Este fue asesinado por su ex pareja.
El denunciante apunta a que hay ciertos bienes conseguidos por Aguiar que habrían sido comprados con este dinero: “La Maison” de Punta del Este, dos terrenos en el mismo balneario, una casa en el Prado y otra en Ciudad de la Costa, un yate, un auto Ferrari 458 Spider, un BMW M3, una camioneta Volkswagen Tiguan, dos motos de agua y dos cuatriciclos. No es dato menor que en la denuncia también se señala la frecuencia de Aguiar a realizar viajes ostentosos.
MG