18.5 C
Entre Rios
InicioSociedadPeregrinan de Hasenkamp a Paraná, con «desazón» por el clima electoral

Peregrinan de Hasenkamp a Paraná, con «desazón» por el clima electoral

La Peregrinación de los Pueblos, que arrancó este viernes, a las 17, y desde Hasenkamp y tiene previsto llegar a Paraná, al Santuario de la Loma, más de veinticuatro horas después, este sábado, cerca de las 18, arrancó con mucha más cantidad de fieles de lo habitual y se volvió multitudinaria.

“La verdad es que me sorprende para bien”, analizó el sacerdote Daniel Ponce, párroco de San José, de Hasenkamp, que camina junto a los peregrinos. “Mucha gente se ha sumado este año. Aparentemente, más de lo habitual en la partida”, agregó.

La 41ª edición de la Peregrinación de los Pueblos Hasenkamp-Paraná se realiza bajo el lema “Madre, enséñanos a construir y sanar la Patria”. La iniciativa, que surgió en 1983, une a pie dos ciudades, Hasenkamp con Paraná, a lo largo de casi 100 kilómetros.

El lema, dijo Ponce, tiene que ver con la celebración de los 40 años de vida democrática en el país, en el marco de este año electoral. «Le pedimos a la Virgen que nos ayude a ser ciudadanos, que podamos construir activamente una patria mejor, pensando en los desafíos que tenemos: superar la corrupción, el narcotráfico, todas las necesidades y la creciente pobreza que hay. Venimos a pedir con mucha esperanza», puntualizó.

El religioso ve un clima «de mucha incertidumbre» de cara a las elecciones del 22. La gente ha resuelto su voto pero no demasiada esperanzada. Recuerdo otras elecciones, en las que la gente iba con expectativa de cambio. Ahora, por lo que uno va escuchando, la gente se prepara para votar con  bastante desazón».

En sus charlas con los creyentes, Ponce encuentra que hay también mucha intención en el electorado de votar la propuesta de Javier Milei. «Aparentemente, muchos jóvenes están bastante decididos por ese lado, por lo que uno escucha. Parecía que muchos van por ahí. Habría que preguntarse por qué», analizó. «No sé si los jóvenes estarán desanimados, desesperanzados o qué», apuntó.

¿Cómo empezó todo? El cielo se caía en pedazos y la noche era una nube negra y espesa. La inmensidad y la intemperie cavaban más hondo el pozo del desamparo en aquel refugio desolado. Llovía con furia y pasión. El horizonte era una línea de agua y barro, de siembra y relámpagos.

El miedo no es zonzo, pensaron entonces aquellos dos muchachos que se habían agazapado malamente debajo de un eucalipto, al costado de la ruta, cerca de nada, lejos de todos. Jorge Quirós y Amelio Rodríguez, aquel día de aquel año de aquella tormenta eran dos muchachos de veintipico. Se habían propuesto caminar casi 90 kilómetros siguiendo un designio misterioso: unir a pie su pueblo, Hasenkamp, con Paraná, andando casi todo el tiempo de noche.

El viernes 14 de octubre de 1983, a las 19, rezaron el rosario en la Parroquia San José, y media hora después estaban en la ruta, la ruta provincial 32, las mochilas al hombro, comida y agua en las mochilas al hombro, una imagen de la Virgen María en los brazos, y más nada. Más nadie.  Era un viernes abierto, una tarde azul. Quince kilómetros más adelante el cielo se transformó como en una escena bíblica: nubes y truenos, viento aciago y relámpagos, y estos dos muchachos caminando en la ruta, mochilas al hombro, rezando. Una lengua de luz partió el cielo en dos, y un sonido de fin del mundo los paralizó. Decidieron salir de donde estaban, cobijados por aquel eucalipto, y empezaron a caminar. Llegaron hasta una estación de servicio, en el empalme de las rutas 126 y 127.

La luz se había cortado y diluviaba.  Ocurrió el primer misterio: cuando pisaron la estación de servicio, volvió la luz. Y enseguida, paró de llover. Pero la peregrinación había fracasado. Fue el viernes siguiente, el viernes 21, octubre, 1983, siete de la tarde, la hora señalada. De noche, peregrinando, haciendo altos, recobrando fuerzas, rezando, dándose ánimo. En la ruta. Primero El Palenque; después La Picada, y en La Picada, la posibilidad de hacer un alto en un comedor, pero en el comedor no los quisieron. Así empezó. El resto, es historia conocida.

De la Redacción de Entre Ríos Ahora

MAS NOTICIAS
NOTICIAS RELACIONADAS